Si estás leyendo esto y tienes hijos seguramente te hayas encontrado en una situación en la que tu peque te haya pedido tener una mascota. Y si no lo ha hecho aún, seguramente lo hará. A veces viene por iniciativa propia, porque le gusten mucho los animales. Otras veces ver a las mascotas de sus amigos puede crearles esas ganas de tener la suya propia.
Como padres tendréis que valorar si podéis y queréis las responsabilidades de mantener a una mascota como un perro o un gato. Si este tipo de animales os supone un gran esfuerzo y no estáis seguros. Lo mejor es que optéis por animales como tortugas, peces o hamsters, ya que estos requieren muchos menos cuidados.
En cualquier caso, debéis de saber que tener una mascotas tiene efectos positivos en el desarrollo de los niños ya que adquieren un compromiso de cuidar y mantener al animal, fomenta su madurez y responsabilidad y en algunos casos pueden ser un gran compañero de juegos y amigo.
[Foto: Warren]