Los portabebés y fulares de porteo son una manera de llevar a nuestros pequeños de forma que favorece muchos aspectos en las primeras etapas de crecimiento y en el apego que sienten los recién nacidos.
Los bebés al nacer están acostumbrados a los latidos del interior del vientre materno, por lo que una posición recostada contra el pecho de la madre es una posición ideal para llevar al bebé, pero claro, la forma de hacer esto es cogiéndolo en brazos, con lo que estamos perdiendo el poder utilizar uno o los dos brazos para según qué acciones.
Aun así todavía hay bastante gente que no confía en esta técnica o en estas mochilas portabebés ya sea por miedo o por desconocimiento a la hora de usarlo. Pero para eso ponemos a tu disposición esta lista de beneficios que se consiguen llevando a tu bebé con el fular o la mochila portabebés.
- Facilita la lactancia materna.
Al estar más cerca del pecho, es más fácil colocarnos para dar el pecho y luego obtenemos la posición ideal para sacar los gases a nuestro bebé. Además el contacto piel con piel estimula su secreción. En la madre, el contacto con el bebé incrementa el nivel de dichas hormonas. Así, a mayor contacto, mayor presencia de oxitocina y prolactina, favoreciendo la lactancia.
- Transmite seguridad y tranquilidad al bebé.
La sensación del bebé al estar más cerca de su madre o padre le transmite mayor seguridad y confianza. Sabe que su supervivencia está asegurada, por lo que no activa sus sistemas de alarma. Al sentirse tranquilo y evitar el estrés, el bebé puede dedicar esas energías a crecer.
- Mejora la calidad del sueño del bebé.
Como resaltábamos anteriormente, la sensación de seguridad y tranquilidad se incrementan llevando a nuestro bebé más cerca, por lo que la calidad de su sueño mejora notablemente. El resultado es que los bebés tranquilos y seguros suman, al final del día, más horas de sueño y de mejor calidad. Esto último es especialmente importante, ya que el cerebro humano organiza las experiencias vividas durante el sueño.
- Potencia el apego seguro.
El contacto constante (o el porteo) con el bebé fortalece los procesos de apego seguro entre padres e hijos. Pasar mucho tiempo en contacto directo con el bebé, permite aprender intuitivamente su repertorio de señales de aceptación y rechazo. Así, están mejor preparados para interpretarlas y responder rápida y eficazmente, lo que proporciona al bebé apego seguro, autoestima y un modelo social saludable.
- Alcanza un desarrollo óptimo del sistema nervioso.
En brazos o en el portabebés, el bebé recibe la “estimulación temprana” adecuada a su nivel de desarrollo. Estímulos adecuados en intensidad, variabilidad y duración, puesto que son los que elige el bebé según su nivel de desarrollo e interés. Es una estimulación multisensorial, que no solo incluye estimulación visual y auditiva sino también estimulación vestibular, olfativa y táctil. Por último, el bebé en brazos o porteado, pasa más tiempo en alerta tranquila, el estado ideal para el aprendizaje.
- Disminuye el llanto.
Los bebés que son porteados, lloran menos, ya que al fin y al cabo el llanto es la expresión de falta de bienestar.
- Distribuye adecuadamente el peso del bebé en la espalda del porteador (mamá o papá).
Los portabebés ergonómicos son ideales tanto para el bebé como para el porteador. Los bebés adquieren una posición natural donde su cadera se dispone en forma de “ranita” y evitan posibles problemas como la displasia. También se protege el desarrollo de la espalda y la posición cervical.
Desde Molto somos muy conscientes de esta técnica y de los beneficios que aporta, por esta razón queremos animaros a qué os apuntéis al porteo y que sintáis esa conexión especial con vuestros bebés.
Además en este vídeo os enseñamos como poneros correctamente un portabebés ergonómico y un fular o manduca.
Y no olvidarnos de que en Molto encontraréis una selección de los mejores portabebés ergonómicos y fulares a unos precios increíbles.