Enseñar a nuestros hijos que deben ayudar en tareas de casa desde muy pequeños fomenta la corresponsabilidad en el hogar y con ellos la conciliación familiar. Sin establecerlo como una obligación debemos enseñarles a formar parte de pequeñas tareas e incluirlas en sus rutinas.
Preguntarles si nos quieren ayudar y no imponer su ayuda, ser nosotros un ejemplo para ellos y establecer tareas adecuadas a su edad son detalles muy importantes a tener en cuenta para que la enseñanza sea un éxito evitando la frustración del pequeño. Siempre debemos agradecer su ayuda, enseñándole así también la importancia de la palabra “gracias”.
De 1 a 3 años:
-Poner la ropa sucia en el cesto
-Recoger sus juguetes
-Recoger su plato después de comer.
De 3 a 5 años:
-Poner y recoger la mesa
-Dar de comer a las mascotas
De 5 a 8 años:
-Hacer la cama
-Ayudar a limpiar
-Ayudar a cocinar como pinche
-Preparar su ropa y su mochila
A partir de los 8 años ya se trata de ir aumentando las responsabilidades según veamos las capacidades de nuestros hijos y con qué se sienten más a gusto. Recuerda que no debe ser una obligación, sino concienciar y enseñar al niño de que conforme él se hace mayor debe ir ayudando más.
[Foto: Christie Lockwood]