Desarrollo del bebé

¿Es bueno echarse la siesta para los niños?

echar una siesta

Para los más pequeños, echarse la siesta es muy importante para poder aguantar el ritmo de todo el día. Dormir un rato después de comer tiene grandes beneficios sobre el desarrollo infantil y por eso los expertos recomiendan que se fomente esta práctica entre los niños y niñas de hasta 6 años de edad.

En Molto sabemos la importancia que tiene el relax y el descanso para los más pequeños, y por eso recomendamos el uso de almohadas especiales para ellos y también para los padres. Además de proporcionar un buen descanso las siestas y momentos de sueño para el bebé son muy importantes y la posición de los mismos en la camita o cuna se ha de cuidar mucho. Molto recomienda para ello el uso de posicionadores tanto planos como inclinados que se ajustan al bebé y ayudan a prevenir la plagiocefalia.

Otro de los complementos indispensables para el descanso del bebé y que a la larga se convierten en uno de los instrumentos favoritos de los niños para dormirse son las almohadas de lactancia, en ellas los primeros meses están recogidítos y muy agusto, además siempre con una buena posición y protección para su cabezita, consiguiendo jugar con ellas a partir de los seis meses de edad y ser una gran ayuda para el desarrollo muscular en sus brazos para luego permitirles gatear.

Almohada de lactancia Moltoshop

Cuando ya son un poco más mayores, después de la vuelta de las vacaciones, toca ponerse al día en todas las rutinas. Volver al colegio, las clases extraescolares, irse a la cama a una hora decente y también dormir ese ratito después de comer. Ya no vale quedarse jugando hasta más tarde porque al día siguiente no hay que madrugar, aunque nos lo pidan con esos ojillos.

Beneficios de dormir la siesta para los niños

Echar una siesta es una rutina que la mayoría de los niños practican hasta los 3 años de edad. Les ayuda a estar descansados y menos irritables. Pero si pensabas que estas eran las únicas ventajas, espera a leer lo que descubrieron en la Universidad de Sheffield, en Inglaterra.

Tras realizar unos estudios en bebés de hasta 12 meses de edad probaron que aquellos que dormían después de aprender algo, lo memorizaban bien, pero los que no se acostaban a dormir, no lo aprendían. Con esta investigación ponían énfasis en la importancia de leer a los niños antes de irse a dormir.

¿Cómo debe ser la siesta de los niños?

Hay niños que necesitan hasta dos horas de sueño diurno, mientras que a otros les sobra con dormir media hora. Eso dependerá de la edad y las necesidades de cada uno. Aunque si hay que tener en cuenta que a medida que los bebés van creciendo, el tiempo se tiene que ir reduciendo. También es cierto que en muchos casos esto se ve obligado porque los peques empiezan a ir al colegio. Por lo general, a partir de los 3 años no deberían dormir pasadas las 5 de la tarde ya que esto les puede influir en el sueño que tendrán para acostarse a dormir por la noche.

Tenemos que conocer a nuestros hijos y saber realmente sus necesidades de sueños. No debemos obligarles a dormir la siesta, pero sí ponerles en un ambiente relajado y propenso a poder dormir.

Recordar la importancia de emplear el tiempo que pasamos con nuestros hijos antes de dormir para fomentar hábitos que les ayuden en su desarrollo y sobre todo, para compartir ese momento de aprendizaje con ellos.

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