Dentro de poco tendremos de nuevo el cambio de hora que aunque se adelante sólo 60 minutos, puede afectar mucho a nuestra rutina diaria. Sobretodo a los peques de la casa. Esta variación les suele causar una mala pasada al a hora de irse a dormir.
Como sabemos, cuesta un poquito adaptarse a este nuevo horario estacional que se acerca. En el caso de los peques suele ser peor, porque su “reloj interno” sigue marcando la misma hora que antes y esto provoca que no quieran dormir por la noche y no tengan fuerzas para levantarse por la mañana para ir al cole.
Aquí vamos a darte unos consejos para afrontar este cambio de hora.
Prepararnos al cambio de hora con antelación
Para evitar ese giro drástico del tiempo y que afecte lo menos posible a las horas de sueño de tu peque, te recomendamos que con al menos una semana de antelación, vayas preparándolo para despertar una hora antes. En realidad se seguirá levantando a la misma hora de siempre.
Por ejemplo, si tus hijos se suele levantar a las 7 de la mañana para ir al cole, ve levantándoles cada día que pasa unos minutos antes de la hora esperada. Hasta que llegue el día del cambio de hora y no les cueste apenas trabajo abrir los ojos.
Este ajuste gradual del tiempo también es recomendable que lo apliques tanto a la hora de acostarse como a las siestas.
Aunque, con este desajuste en su horario es posible que también le cueste irse a la cama a la hora que se le impone. Pero no hay manera de irse a dormirse de una forma rápido que con un Light Star Gusyluz. Un proyector de estrellas para el techo con el que los pequeñines se dormirán plácidamente mientras escuchan bonitas nanas que favorecen al sueño.
Desayuno de campeones
Para poder recuperar toda la energía que pierde nuestro pequeño durmiendo menos horas de lo que está acostumbrado, es fundamental desayunar muy bien y de manera apetecible. Esto conseguirá que tu peque afronte los días con más vitalidad y ánimo y pueda dar lo mejor de él en el patio y jugando con sus compañeros de clase.
Otra de las cosas que aparecen con este cambio de hora es la irritabilidad y el mal humor durante los primeros días del cambio horario. Así que ármate de paciencia y dale muchos mimos.
No a las siestas prolongadas
Evita las siestas prolongadas durante el día. Así, conseguirás que haya descansado pero no lo suficiente como para estar hasta altas horas de la noche revoloteando por casa y sin poder dormir.
Al igual que hay que evitar esas siestas dignas de un osito hibernando, tampoco es aconsejable que realicen actividades físicas o intelectuales intensas en las horas previas a acostarse. Procura que estén tranquilos viendo una peli o sus dibujos animados preferidos y te asegurarás de que caiga rendido en la cama a la hora perfecta y sin alteraciones en su horario.
