Te mostramos los mejores juegos y juguetes para mejorar y potenciar la competencia sana entre los niños.
Los juegos competitivos son esenciales para el desarrollo social y emocional de los niños, ya que les enseñan habilidades clave como el trabajo en equipo, la gestión de la frustración y la importancia del esfuerzo. Sin embargo, es fundamental promover una competencia sana para evitar problemas como la ansiedad o la baja autoestima. Con la orientación adecuada, estos juegos pueden fomentar valores como el respeto por las reglas y el compañerismo. Veamos cómo podemos trabajar estos aspectos con actitudes, juegos y juguetes que favorezcan un desarrollo equilibrado.
7 Juegos y 3 juguetes de sana competencia para niños
Mediante el juego, los niños adquieren vínculos con los demás. Aprenden a compartir, negociar y resolver conflictos, y a expresar con claridad y eficacia sus emociones y opiniones sin ofender o atacar al resto de participantes del juego. A través del juego también se aprenden aptitudes de liderazgo, además de a relacionarse con el grupo de niños.
Los niños no juegan para aprender, pero de manera más o menos consciente, aprenden jugando. El juego constituye una herramienta innata de aprendizaje, ya que supone una constante interacción con el entorno, con otros niños y con los adultos.
¿Por qué es importante un sentido de la competencia sano en los niños?
Un sentido de competencia sano es crucial para el desarrollo integral de los niños, ya que les permite descubrir sus propias capacidades, enfrentar desafíos y aprender a superar obstáculos. A través de la competencia, los niños no solo ganan confianza en sí mismos, sino que también desarrollan una actitud positiva hacia el esfuerzo y el aprendizaje. Este proceso fomenta la mentalidad de crecimiento, donde entienden que los fracasos son oportunidades para mejorar y crecer.
Además, un enfoque saludable hacia la competencia les ayuda a gestionar emociones como la frustración y la decepción, esenciales para su bienestar emocional. Los niños aprenden a respetar a los demás y a manejar tanto el éxito como el fracaso con humildad, lo que favorece la creación de relaciones sociales basadas en la empatía y el respeto. Esto les prepara para un futuro en el que sabrán afrontar la competencia de forma constructiva, tanto en su vida personal como profesional.
Cómo trabajar la competitividad con niños
Como hemos dicho, es bueno ser competitivo en su justa medida. Es una manera en la que el niño se prepara para una vida adulta donde, en ocasiones, tendrá que afrontar sus actitudes y aptitudes frente a otros. Sin embargo, algunos pequeños en el juego siempre quieren ganar y, si no lo consiguen, incluso se enfadan y patalean. La mala gestión de la competitividad puede llegar a ser un problema.
La competitividad constante puede absorber la vida del pequeño centrando su día a día en resultados o victorias. Nuestros pequeños acaban de comenzar un camino en el que se van a encontrar derrotas y éxitos. Lo importante es aprender a aceptar ambas situaciones y enriquecerse con la experiencia. Y existen determinados juegos para niños competitivos que pueden hacernos descubrir su actitud ante la victoria y la derrota e incentivar un comportamiento sano.
Cada uno de los puntos sobre trabajar la competitividad en niños
La competitividad en exceso no es buena para los niños porque pueden presentar problemas relacionados con la frustración, como la ansiedad o baja autoestima. Bien gestionada, la competitividad planteada de forma sana puede ser muy positiva. Se adquieren valores como el trabajo en equipo, la deportividad, la disciplina, alegrarse por el éxito del otro y la importancia de la preparación o el esfuerzo para lograr el resultado esperado. Veamos algunas ideas clave para trabajar con ellos:
- Hacerlo lo mejor posible es más importante que ganar. No siempre se puede llegar a la victoria y hay que aprender a asumirlo desde pequeños. Tienen que aprender a disfrutar del juego, tanto si se gana como si se pierde. Si se quiere mejorar, se debe analizar los errores e intentar mejorarlos para cambiar el resultado. Este aprendizaje no solo es aplicable en el juego, sino que les es útil en todo aquello que implique un esfuerzo.
- A través del juego, el niño puede conocer sus límites. Saber qué se le da bien le ayudará a manejar la autoexigencia, sabiendo que, si quiere lograr un resultado, tendrá que esforzarse y ser constante para llegar al objetivo.
- Mediante el juego cooperativo, los jugadores deben trabajar en equipo para conseguir ganar la partida. Para ello, se debe confiar en los demás, entablar una comunicación para elaborar estrategias, tener empatía y compartir el éxito entre todos los participantes.
Cómo moderar una competitividad desmedida en un niño
En ocasiones, observamos que el sentido de la competencia en los niños deja de ser saludable y comienza a afectar su bienestar emocional y sus relaciones con los demás. Aunque esto no es motivo de preocupación inmediata, sí es importante abordarlo para evitar problemas mayores en el futuro. Aquí te ofrecemos algunas estrategias que pueden ayudar a moderar esta competitividad desmedida y fomentar una actitud más equilibrada hacia el juego y la competencia.
- Valorar el esfuerzo sobre el resultado: Elogia su esfuerzo y progreso, independientemente de si gana o pierde.
- Fomentar la cooperación: Introduce juegos donde trabajar en equipo sea esencial.
- Enseñar a gestionar la frustración: Ayúdale a reconocer y manejar sus emociones cuando no obtiene los resultados deseados.
- Modelar buen comportamiento: Sé un ejemplo mostrando cómo disfrutar del proceso, no solo del éxito.
- Establecer metas realistas: Ayúdalo a fijarse objetivos alcanzables para que aprenda a valorar su mejora personal.
Juegos competitivos para niños de 3 a 6 años
Para que el juego competitivo de buenos frutos ha de adecuarse a la edad del pequeño. A continuación, disponéis de un listado de juegos, tanto de interior como de exterior, que fomentan los juegos competitivos para niños.
Juego del pañuelo
Un clásico entre los juegos de exterior y una buena actividad competitiva para niños. Tiene reglas sencillas y con un número variable de jugadores, con cuatro como mínimo en cada equipo. Cómo jugar al pañuelo:
- Hay una persona responsable de sostener el pañuelo. Los equipos se sitúan a su derecha y a su izquierda a la misma distancia.
- La persona responsable dirá un número y los jugadores de cada equipo que tengan ese número asignado, deben salir hacia el centro en busca del pañuelo y regresar a su lugar con él.
- El jugador que consiga regresar, sin que el rival le toque o pille, gana; Si coge el pañuelo y le tocan, gana el contrincante que lo ha alcanzado.
Juego del escondite
Si hay un juego al aire libre que conozcan todos los niños, de todas las generaciones, este ese es el escondite. Es muy sencillo de practicar:
- Uno de los jugadores, en una base o punto de inicio, cuenta hasta 10 (o el número que decida el grupo) mientras los demás corren, se alejan y se esconden.
- En cuanto termina de contar, tiene que buscar al resto de niños hasta pillarlos.
- Los niños que toquen la base sin ser pillados se salvan. Por su parte, los que sí han sido pillados quedan eliminados hasta la siguiente ronda.
Juegos competitivos entre 6 y 8 años
Entre los 6 y 8 años, los niños están en una etapa clave para desarrollar habilidades sociales y emocionales a través de los juegos competitivos. En esta fase, aprenden a seguir reglas, respetar turnos y gestionar las emociones que surgen al ganar o perder. Los juegos competitivos les ayudan a fortalecer el trabajo en equipo, la empatía y el respeto hacia los demás, mientras se divierten y adquieren valores importantes que formarán parte de su desarrollo personal.
Juego tirar de la cuerda
Un juego de competición muy sencillo y donde aflora toda la competitividad deportiva de un niño es el tiro de cuerda:
- Se necesita una cuerda larga y estable. Después se forman dos equipos, con el mismo número de jugadores que tienen que tirar de la cuerda a la derecha y a la izquierda. El que tire de la cuerda sobre una línea trazada gana.
Cangrejos ¡a la carrera!
Este es un buen juego competitivo para niños y niñas. Hay que atar los tobillos, con un pañuelo o cuerda, y la carrera tiene que realizarse desplazándose de lado. Si hay suficientes jugadores, se puede hacer por relevos.
Juegos competitivos para niños de 8 a 10 años
Entre los 8 y 10 años, los juegos competitivos son una excelente oportunidad para que los niños afiancen sus habilidades sociales y cognitivas. En esta etapa, ya tienen un mayor control emocional y pueden asumir la competencia de manera más estratégica. Los juegos no solo les permiten aprender a trabajar en equipo o tomar decisiones rápidas, sino también a gestionar la frustración y a desarrollar una mentalidad de esfuerzo y superación. Es el momento ideal para fomentar el respeto por las reglas y el espíritu deportivo.
Juego de las sillas
Este juego se puede realizar con sillas o cojines dispuestas en círculo. Siempre hay una silla menos que el número de participantes. Una persona se encarga de poner la música y cuando esta pare, se han de sentar los jugadores. El que se quede sin sentar, queda eliminado.
Carrera con cuchara y pelota
Es una versión alternativa a la carrera con cuchara y huevo. Estableced los puntos de salida y llegada. Si queréis más diversión podéis establecer un circuito de obstáculos.
El globo
Los jugadores lanzarán un globo inflado al aire. El globo no puede tocar el suelo, así que hay que ir dándole toques entre todos, evitando así que se caiga.
Juguetes que fomentan la competitividad en niños
Por último, queremos mostrarte ciertos juguetes que también potencian la competencia de los niños y donde podemos percibir cuál es su carácter frente a una actividad donde hay ganadores y perdedores. De esta manera, podremos utilizar esta situación para encauzar y trabajar los sentimientos del chico o la chica… Verás que muchos de estos juegos tienen que ver con actividades y juguetes de exterior.
Carreras de coches
Con las rampas de los parkings de juguete pueden ser muy divertidas las carreras de coches. Se puede establecer por distancia, el coche que más lejos llegue, ¡gana!
Carrera de patinetes
Los más pequeños tienen el patinete entre uno de sus juegos favoritos. Hacer una carrera de obstáculos con los patinetes puede ser muy divertido. Recuerda utilizar protecciones como casco, coderas y rodilleras para usar el patinete.
Juegos de mesa
Juega con tus hijos a juegos de mesa entre otros juegos para conocer su reacción al ganar o perder. Si detectas que las reacciones no son muy buenas a la hora de perder una buena idea para trabajar la frustración es realizar un deporte o actividad en la que tenga que trabajar en equipo. Es preferible que en esta actividad deportiva se practique el esfuerzo común y las reglas.