Los bebés suelen empezar a gatear a los nueve meses aproximadamente, aunque algunos nunca llegan a hacerlo y no pasa nada. Pero si tu hijo empieza a gatear, procura alargarlo un tiempo ya que tiene muchos beneficios. Uno de ellos y el principal, es que fortalece los músculos y las articulaciones antes de que el peque comience a caminar.
Pasar por este punto previo antes de andar ayuda a prevenir molestias en el futuro. El desarrollo de su autonomía y fomentar la estimulación con el tacto son otros de los beneficios del gateo.
Una vez que vemos que el peque está empezando a practicar el gateo, podemos ayudarle con juegos como el pilla pilla o incentivarle con algún juguete que le llame la atención para que gatee hasta él. De esta forma lúdica nos involucramos los papis en este proceso.
Pero antes de que esto pase, ya podemos ayudar a fomentar esa estimulación desde edades más tempranas con el gimnasio de molto y luego nos servirá como una zona de juego confortable mientras empieza a gatear.
[Foto: Kim Love]